"A pesar de que había comido alrededor de doscientas calorías, me sentía débil. Le echaba la culpa al jugo de limon que se estaba ocupando de quemarlas todas; una por una. Me dolían los huesos, por lo que me levanté de la computadora y me fui a dormir.
En el camino, me sonaban todos los huesos de las piernas. No me preocupé; es normal escuchar algun 'crack!' cuando se está débil. Al cuarto 'crack', me apuré para llegar a mi cuarto. Al entrar en mi cuarto, el frio me recorrió la espalda. Me puse la alarma -odio dormir siestas largas- y me acosté. El dolor en mis huesos se intensificó. No se si alguna vez podré relatar bien el dolor que sentí en ese entonces. Comprobé que tenía huesos... Éstos golpearon el colchón de mi cama con una increible fuerza. Estaba increiblemente frágil. No exagero: mis piernas no se podían tocar porque eso me daba dolor. A los veinte minutos, me dormí. Recuerdo vagamente que mi mamá me despertó y me preguntó cosas sobre la cámara. Ni sé qué le respondí, pero se fue. a las 18:45, como habia planeado, sonó mi alarma.
Me fui a bañar y fue aún peor. Supe que no podría mantenerme parada. Cuando me recosté, mis huesos se golpearon con toda la fuerza del mundo. me bañé rapidamente y me paré. Eso no estuvo bien. Tendría que haber pensado que si salía de una bañera llena de agua caliente, el aire frío golpearía mi cuerpo. Y así fue. El mareo me dejó inconsciente por unos segundos.
Ese día me di cuenta. Ya se volvía peligroso. Mi peso estaba bajo, tenía que subirlo ya. Claro que no iba a hacerlo..."
enjoy!
